El Yin y el Yang de la nutrición


Las Cuatro Energías de los alimentos son calor, tibieza, frescor y frío. Estas categorías definen la naturaleza y la intensidad de la energía que se libera en el organismo humano al ser digerida la comida. Los alimentos calientes y tibios corresponden a Yang; los frescos y los fríos corresponden a Yin, Los primeros son estimulantes y generan calor, mientras que los segundos son calmantes y refrescan los órganos.

Los Cinco Sabores constituyen una distinción más sutil, basada en las Cinco Actividades Elementales: dulce (tierra), amargo (fuego), agrio (madera), picante (metal) y salado (agua). Cada uno de los Cinco Sabores posee una afinidad natural (gui jing) por uno de los cinco órganos sólidos Yin y su correspondiente órgano Yang: el sabor dulce influye en páncreas/estómago; el amargo se mueve hacia el corazón/intestino delgado; el agrio tiene afinidad con hígado/vesícula biliar; el picante afecta a pulmones/intestino grueso, y el salado se asocia con riñones/vejiga. 

Los efectos terapéuticos de las Cuatro Energías y los Cinco Sabores son los siguientes:

-Los alimentos Yin frescos y fríos calman los órganos vitales y están recomendados para los menús estivales, así como para combatir las enfermedades Yang <calientes> tales como la fiebre y la hipertensión. Entre los alimentos Yin figuran la soja, los brotes de bambú, la sandía, los nabos, la col, las peras, la cidra y los limones. 

-Los alimentos Yang tibios y calientes estimulan los órganos vitales, generan calor corporal y están recomendados para consumo invernal, así como para mitigar las enfermedades Yan <frías> como la anemia, los escalofríos y la fatiga. Entre los alimentos alimentos Yang se cuentan el buey, el cordero, el pollo, el alcohol, los mangos y los chiles.

-Los alimentos <tierra> de sabor dulce dispersan la energía estancada, favorecen la circulación, alimentan la energía vital y armonizan el estómago. El maíz, los guisantes, los dátiles, el ginseng y la regaliz son ejemplos de esta clase de alimentos.

-Los alimentos <fuego> de sabor amargo, como el ruibarbo y la lima, tienden a secar el organismo, contrarrestan el exceso de humedad y depuran los intestinos. 

-Los alimentos <madera> de sabor agrio, como las aceitunas y las granadas, son astringentes, tienden a solidificar el contenido del canal digestivo, combaten la diarrea y constituyen un buen remedio para el prolapso de colon.

-Los alimentos <agua> de sabor salado, como las algas, ablandan y humedecen los tejidos y facilitan los movimientos intestinales.

-Los alimentos <metal> de sabor picante, como el jengibre, el ajo y los chiles, neutralizan y dispersan las toxinas acumuladas en el cuerpo.

La corriente taoísta evita el consumo excesivo de cualquier tipo de energía alimenticia con exclusión de las demás. Por ejemplo, el consumo frecuente y excesivo de comidas Yang grasas y <calientes> puede dar lugar a fiebre, ardores, congestión, opresión en el pecho y otros desagradables efectos del <exceso de energía calurosa>. Y, como este exceso de <calor maligno> trata de escapar del cuerpo, pueden aparecer también forúnculos y abscesos. Demasiada comida picante puede provocar perturbaciones gastrointestinales, perjudicar el estómago y producir hemorroides. Aun los alimentos más frescos y puros pueden resultar inútiles desde el punto de vista de la nutrición cuando se consumen en combinaciones que perjudican la digestión, causan putrefacción y fermentación, dificultan la asimilación y provocan conflictos en la energía interna. 

Fragmento extraído del libro: El Tao de la salud, el sexo y la larga vida de Daniel Reid. 

Comentarios

Entradas populares